Por Carlos Valdés Martín
Resulta que tú también eres una biblioteca enorme, por más que te resistas y el sistema haya devaluado tu autoestima. La mayoría cree que la biblioteca es un sitio que encierra libros, que los atrapa y únicamente guarda los que nadie se interesa en leer. Sin embargo, tú mismo eres una biblioteca. Lo primero que sucedió es que tus padres se interesaron en ponerte un nombre incluso antes de que nacieras, a veces, hasta tus abuelos o tías se disputaron el privilegio para nombrarte igual que el abuelo más simpático o la tía más querida, y nunca falta alguno que quiera ponerte el nombre el santo más milagroso. Con ilusión tus padres te inscribieron en el colegio, esperanzados en que maestros con buenos libros te abrieran el camino hacia una profesión exitosa. Si tu familia te inculcó una religión, resulta que se basa en un libro…
Por si faltara poco, los celulares hoy incluyen bibliotecas ambulantes. Lo más común es que únicamente leamos el encabezado o una frase breve, un meme divertido, que son fragmentos del libro de la vida. Con tu nombre a cuestas, una educación buena o mala, con tus creencias y cargando el celular al costado, entonces acumulas más libros de lo que te imaginas. En una hora de divertido “scrollear” (deslizar la pantalla del celular) una persona puede ojear unas 9,000 palabras con calma y el doble si lee con prisa. Un capítulo de un libro promedio contiene unas 4,000 palabras. Esa hora equivale a leer 2 capítulos. En medio día, equivale a leer un libro breve. En un día completo podrías terminar un libro mediano. Por eso no me quejo de las personas que miran mucho su celular. Por eso afirmé con convicción que la biblioteca eres tú. ¿Qué falta para convertir ese mirar el celular en una ventaja consciente? Atención y cuidado para alcanzar la siguiente página. Nos falta estructura y aprovechamiento en nuestra práctica de “scrolleo”. Sí, una lectura podría ser un desperdicio, pero el primer paso es mostrar esa capacidad de leer. Hoy se leen pocos libros en papel y se “scrollea” mucho… Sin embargo, el potencial está en ti. La biblioteca eres tú, depende de ti abrirla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario