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lunes, 5 de mayo de 2025

MEDUSA VERDADERA JAMÁS FUE DONCELLA ABUSADA

 


 

Por Carlos Valdés Martín

 

La versión más difundida de que Medusa (una de las 3 Gorgonas) era una bella sacerdotisa que por el enojo de Atenea fue convertida en una entidad monstruosa surge de una narrativa alterada por Ovidio, que no corresponde con la religión de los antiguos griegos. El relato de la bella sacerdotisa abusada por Poseidón y metamorfoseada es un relato que desvirtúa la religión antigua y los motivos por los cuáles era reverenciada Atenea. La versión alterada por Ovidio sucedió ocho siglos después de que Hesíodo recopiló los mitos griegos, cuando los vivía y creía. Por su parte, Ovidio fue un talentoso poeta y escritor romano, que hizo su versión para contrariar lo que marcaba la tradición y lo evidente en la religión griega. La narrativa de Ovidio sobre un injusto arrebato de Atenea contraviene una cualidad fundamental de esa diosa, definida como razonable y justiciera.

Hay tres versiones principales sobre ese mito: 1) La original y con pocas anécdotas de Hesíodo, que corresponde perfectamente con la religión y arte griego clásico. 2) La derivada y con un buen relato de Apolodoro, el cual explica con claridad el ciclo de Perseo. 3) La de Ovidio que retoma libremente las anteriores tradiciones, pero desvirtúa en lo que respecta a la naturaleza misma de la Gorgona y con un comportamiento absurdo de Atenea, diosa de la justicia. Con toda claridad, Ovidio humaniza a Medusa, para que encaje en su proyecto de exponer las más asombrosas Metamorfosis, según señala su tema preferido[1].

Versión originaria de Hesíodo y su correspondencia perfecta

En Teogonía, el texto es muy conciso por lo que puede citarse completo, líneas 270-294:

"A Ceto, Forcis la desposó, y de su unión nacieron (…) también las Gorgonas, que habitan más allá del ilustre Océano, en el confín del mundo, hacia la noche, donde están las Hespérides de voz clara: Esteno, Euríale y Medusa, la de triste destino. Esta era mortal, mientras que las otras dos eran inmortales y no envejecían. Con ella, la de cabellos azules [Poseidón], se unió en un suave prado entre flores primaverales. Y cuando Perseo le cortó la cabeza, de ella surgieron el gran Crisaor (un guerrero) y el caballo Pegaso. A este se le llamó así porque nació cerca de las fuentes del Océano, y a aquel porque sostenía una espada de oro en sus manos..."[2]

¿Qué significa esto? Que las gorgonas son 3, y son hijas de los dioses marítimos Ceto y Forcis, nacidas divinidades de estirpe terrible o monstruos. Se asume que son entidades marítimo-terrestres, de ahí que serían primas de Poseidón el regente de los mares. Dos hermanas Gorgonas son inmortales y únicamente Medusa es mortal. Que Poseidón ha sido pareja carnal de Medusa, dando a entender que fue romance entre flores, nada forzado. El héroe Perseo le corta la cabeza y ese corte es milagroso, pues genera otra divinidad Crisaor y un caballo volador, muy famoso, Pegaso. Ahí están los elementos del mito de Perseo, pero no se dan detalle de la operación, que sí surgirán en otros relatos.

Antagonismo de dioses Olímpicos contra marítimos y anteriores

La narración de la derrota de Medusa forma parte de muchas narraciones que explican las hostilidades entre los dioses Olímpicos contra los anteriores y entre ellos mismos. En ese contexto, resulta muy comprensible el antagonismo entre Atenea y la Medusa, así como el motivo de que lleve su cabeza (o la representación) en su escudo o manto, como trofeo y símbolo de poderío. De modo reiterado, Atenea es la consejera y guía de los héroes griegos. Este papel es evidente en la Ilíada y Odisea, así como el mito de Perseo, que explica la derrota de Medusa.

En la Ilíada, la cabeza de Medusa está representada en el manto de Atenea y en el escudo de Agamenón. En especial, el escudo del líder griego marca perfectamente que esa es una representación para provocar el miedo de sus enemigos, señalando que los griegos son guerreros temibles, que ha dominado a los monstruos.

La divina Atenea aparece repetidamente en esas luchas entre Olímpicos y otras divinidades outsiders y/o monstruosas, que lo son las 3 Gorgonas. La única de las 3 que es mortal, queda aniquilada por Perseo, un semi-dios, hijo de Zeus y humana, quien es protegido y orientado por Atenea.

Versión de Apolodoro

La descripción de Apolodoro sobre este mito se centra en la acción del héroe Perseo. En este caso, Atenea protege y arma al héroe, para enfrentar a la Medusa… Esa versión sí está apegada a los mitos originarios y la religión practicada en Atenas[3]. En esta versión, el antagonismo de Atenea contra Medusa es máximo, en cuanto guía al héroe Perseo hacia su objetivo, le proporciona el escudo, le guía la mano y recibe la cabeza como trofeo. El texto es breve por lo que se consulta completo:

"Perseo fue enviado por Polidectes a buscar la cabeza de la Gorgona Medusa, ya que Polidectes esperaba que Perseo muriera en la empresa, deseando así librarse de él para cortejar a Dánae, su madre. Pero Perseo, bajo la guía de los dioses, tuvo éxito. Atenea y Hermes lo ayudaron. Atenea le dio un escudo brillante, que podía usar como espejo para evitar la mirada mortal de Medusa, y Hermes le proporcionó una hoz de adamantio para cortar su cabeza. Además, las Ninfas le dieron las sandalias aladas, una bolsa (kibisis) para guardar la cabeza de Medusa y el casco de Hades, que lo hacía invisible.

Guiado por Atenea, Perseo llegó al lugar donde vivían las Gorgonas, que eran Esteno, Euríale y Medusa, siendo esta última la única mortal. Las Gorgonas tenían cabellos de serpientes, colmillos grandes, manos de bronce y alas doradas, y su mirada convertía en piedra a cualquiera que las mirara directamente. Perseo, usando el escudo de Atenea como espejo para evitar la mirada de Medusa, se acercó a ella mientras dormía y, con la hoz de Hermes, le cortó la cabeza, guiado por la mano de Atenea. Luego, guardó la cabeza en la kibisis. Al despertar, las otras Gorgonas persiguieron a Perseo, pero él escapó gracias al casco de Hades, que lo volvió invisible.

Perseo, portando la cabeza de Medusa, regresó volando con las sandalias aladas, y más tarde usó la cabeza para convertir en piedra a sus enemigos, como a Polidectes. Atenea, tras la hazaña, tomó la cabeza de Medusa y la colocó en su égida, como un símbolo de su poder."

Anotemos que el combate a la Medusa fue un capricho del rey pretendiente de su madre, quien intenta que Perseo muera ante una misión imposible. Entre las 3 Gorgonas, Medusa era la única mortal. Ellas son seres casi imposibles de desafiar por su potencia para petrificar con la simple mirada. Siendo Perseo un hijo de Zeus y una mujer mortal, recibe una ayuda en equipo de varios dioses, que lo arman de una manera inusual. Todo su armamento es portentoso. El escudo-espejo que entrega Atenea es un símbolo por sí mismo. Colaboran también Hermes dando una hoz de adamantium (metal mítico), Hades con un casco de invisibilidad y las Ninfas con una cesta capaz de guardar la cabeza monstruosa. Notemos que sucede una conjunción de divinidades olímpicas para enfrentar un peligro mayúsculo, especie de miedo primordial y vencerlo. En estas versiones apegadas a la tradición jamás hay una “doncella castigada”, sino una integración de los olímpicos para la victoria del héroe ascendente, capaz de controlar los más horribles temores.

Consecuencias de la mejor versión

Las Gorgonas permanecen en una categoría de las divinidades monstruosas, más próximas a fuerzas de la naturaleza con un efecto de deshumanización, por lo que mientras una muere y es controlada, para ser absorbida-dominada por el escudo o égida (manto) de Atenea, las otras 2 gorgonas permanecen imbatibles. Por tanto, la categoría de gorgonas sirve como símbolo del inconsciente peligroso, siempre dispuesto a retar la personalidad. La Medusa (violento elemento del inconsciente) se mantendrá controlada mientras Atenea (sabiduría justiciera) se mantenga en su esplendor de Estratega.

En Medusa el detalle usual de los cabellos de serpientes apunta hacia la esquizofrenia de las pasiones rebeldes y crueles. La multiplicación de las serpientes evoca el caos originario o la tendencia hacia la entropía desordenada que acosa con la destrucción completa.  

La mirada que petrifica y el escudo-espejo que cuida son dos lados de la moneda, en el sentido del poder instantáneo del ver. En este argumento, la luz como fenómeno natural más rápido corresponde con el más rápido de los sentidos (para captar) y con capacidad de percibir las mayores distancias (estrellas). El mito filosófico de la caverna señala la luz que todo lo puede conectar; al contrario, el mito de la mirada que petrifica implica la terminación, tal cual el pasado se aleja del presente y nunca más se recupera[4]. El escudo espejo mantiene inalterada la consciencia, incluso mantener la mente como un espejo diáfano es un ideal del espíritu, que no se altera. En ese sentido, el escudo de Atenea es símbolo de la consciencia victoriosa que no se altera ante el horror primordial. Y la consciencia victoriosa es la que se mantiene inalterable y sí capta la realidad, la refleja con objetividad, sin caer en la deformidad de las pasiones. La disposición de poner de un lado del escudo la representación de Medusa, señalando que podría utilizar su poder petrificante y que la interior debería permanecer el espejo, suena a una especie de trampa o astucia, en una operación tan grata al espíritu del griego clásico.

A manera de conclusión: Atenea la unificadora

La alianza entre los dioses y los hombres es la última consecuencia a mencionar, conforme los dioses mismos ya representan un dechado de cualidades, las cuales a su vez deben confluir y armonizarse para el logro. En la historia real, sí Atenea representó la reunión de cualidades en su personaje y, a su vez, quien reúne a las demás cualidades para convertir un rincón frente al mar, en una ciudad clave para levantar una civilización espectacular.

En una leyenda clave, los atenienses eligen a Atenea sobre Poseidón como la patrona de la ciudad porque ella les regala el conocimiento del olivo, una planta que terminará convirtiéndose en símbolo universal de la paz.

El agregar un acto injusto a la divina Atenea, ha funcionado para alejar esa cultura de las generaciones siguientes. Elemento absurdo de castigar a una doncella violada funciona para el relato victimista, pero distorsiona por completo los mitos clave de una cultura refinada, que utilizaba sus leyendas para favorecer sus logros. Una correcta valoración de Atenea conduce a desechar como un agregado falaz esa parte del relato que inventa a una sacerdotisa convirtiéndose en entidad monstruosa y primordial.  

NOTAS:

[1] El libro Las Metamorfosis de Ovidio recopila todos los casos de notables cambios que narra la mitología. Es un notable poeta romano, quienes comparten una religión proveniente principalmente de los griegos, con algunas importantes modificaciones. Entre ellos Atenea se llamó Minerva y también fue una de las divinidades principales.

[2] Hesíodo, Teogonía.

[3] Apolodoro, Biblioteca, II, 4.2-4.3.

[4] Mito bíblico de la esposa de Lot que mira hacia atrás hacia Sodoma y se vuelve estatua de sal.

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