Por Carlos Valdés Martín
Las aventuras del ingenuo alemán llamado Cándido son un ardid literario de
Voltaire para rebatir una visión ultra optimista del mundo y al stautu quo contemporáneo. Sin embargo,
en el ambiente de monarquía absoluta de Luis XV de Francia, cualquier crítica
debe ejercerse con suma cautela ocultando al autor y al objetivo cuestionado. Recordemos
que Voltaire fue encarcelado dos veces en la Bastilla y fue obligado a un largo
exilio. La crítica directa y burlona ataca una tesis de Leibniz afirmando que
se vive en “el mejor de los mundos posibles”, pero la fogosidad contra el
colega (filósofo contra filósofo) sirve de pretexto y plumilla de vomitar para
Voltaire, que se declara un pesimista contra la armonía del orbe. Esa
estridencia anti-Leibinz disimula un segundo ataque verdadero: su ironía contra
autoridades e instituciones contemporáneas. En lugar de debatir las ideas
estrictas de Leibniz, la novela emplea una caricaturización para oponerse y, de
paso, poner en ridículo a religiosos y déspotas. Esa vulgarización del “mejor
de los mundos posibles” sería retrógrada y hasta un llamado naif para preservar
el statu quo por ser mandato divino. En
el año 1755, la catástrofe por el terremoto de Lisboa había golpeado seriamente
la ingenuidad de los católicos, cuando tras un primer temblor la población
acudió en masa a la catedral e iglesias para rogar a Dios y entonces sucesivas sacudidas
derriban casi todas las iglesias, aplastando a los fieles. Un acontecimiento
tan azaroso conmovió de forma tan profunda la conciencia religiosa, porque
implicaba símbolos de lo sagrado (catedral), la devoción (orar) y fenómenos
entonces atribuidos a Dios (terremoto). El catolicismo se mantenía al nivel de
paganismo, en este aspecto convencido de que cualquier fuerza natural era la
manifestación personal de Dios.
Esta obra, titulada Cándido o el
optimismo, fue editada en 1759 bajo un pseudónimo inusual (Dr. Ralph), por
lo que todavía existe alguna duda sobre su verdadera autoría, aunque casi es unánime
el atribuirla a la pluma de Voltaire y, entonces, me apego a esa convicción. Se
cree que el relato refleja la trayectoria filosófica de este pensador,
desplazándose desde el optimismo hacia el pesimismo individualista.
Sinopsis
El joven Cándido es educado en un castillo aislado, a manera casi de
experimento educativo; por lo que el filósofo Pangloss, lo toma cual discípulo e
instruye con tesis sobre la armonía y bondad. En el sitio se enamora de la hija
del amo, la bella princesa Cunegunda y desde ahí se desata una larguísima
peregrinación, llena de sinsabores y aventuras. Por principio, el dulce Cándido
cree en la bondad del prójimo y procura exponer su optimismo, pero los diversos
personajes se le contraponen y lo maltratan. La pretendida sufre cualquier
cantidad de adversidades, siendo raptada, ultrajada y degradada a condición
servil. El maestro Pangloss es detenido y hasta ahorcado dándosele por muerto,
pero es característico del relato que los personajes dados por fallecidos,
reaparecen por situaciones inverosímiles. Surgen muchos viajes y peligros, por
ejemplo, Cándido llega a Lisboa, la del gran sismo y mira sus efectos
horribles. Se desplaza a Buenos Aires, a las misiones jesuitas del Paraguay y
aparece hasta en la mítica El Dorado. Al final, los personajes principales
sobreviven y se resignan ante el mal generalizado; ellos han perdido su
inocencia y belleza, pero están juntos para refugiarse y dispuestos a compartir
un huerto: metáfora de la opción
práctica ante el horror de los asuntos mundanos.
El personaje principal y su
maestro
Cándido encarna bonhomía juvenil y está siempre dispuesto a mostrar buena
voluntad e ingenuidad en cualquier situación. La suma de humildad e ingenuidad,
hacen de Cándido una aproximación a la infancia, pues su formación está
atrasada y su optimismo espontáneo semeja el de niños buenos. Recibe educación
en un castillo de Westfalia que lo debería preparar para la vida entera, pero
solamente alimenta un lado de su espíritu, que se mantienen bondadoso y
bienintencionado.
El personaje Dr. Pangloss (juego de palabras, aludiendo a “quien opina de
todo”) es vocero de tesis optimistas obcecadas de que éste es el mejor de los
mundos y que las desgracias realmente no existen. En ese contexto no se habían inventado
las fantasías neoliberales sobre el mercado, que creen en competencia perfecta,
asignación óptima de recursos[1] y equilibrio automático. El filósofo
Pangloss primero educa y alienta a Cándido, luego debe enfrentarse a las más
duras pruebas y la peor ingratitud para que su fe desfallezca, entonces ese
personaje es condenado a muerte, sufre las enfermedades más crueles y los
castigos más sanguinarios hasta que su doctrina vacila. Digamos que Voltaire
pretende someter al necio optimista al método experimental y por hechos
verosímiles demostrar la falsedad de su tesis, con lo cual la intención crítica
es evidente, mientras que las afirmaciones de Voltaire quedan soterradas.
Aclaración de que no existe
debate filosófico
Por mucho que aparezcan argumentos, contra la tesis del mundo perfecto y la
armonía prestablecida desde el comienzo de la narración, debo insistir que en
la novelita no se detiene a un efectivo debate entre filosofías. La aparición
reiterada del tema sobre el “mejor de los mundos posibles”, se utiliza a modo
de un estribillo: sonoro y hueco. Resulta sorprendente que la crítica literaria
casi no ha percibido esa estratagema de Voltaire, quien no está rebatiendo a
nivel argumental. De modo significativo, el final de la aventura repite lo que
argumento, pues Pangloss revivido y buscando entretener su mente busca al
derviche con más fama de filósofo en Turquía, y sucede esto: “—Que te calles,
respondió el derviche.
“—Yo esperaba, —dijo Pangloss—, discurrir con vos acerca de las causas y
los efectos, del mejor de los mundos posibles, del origen del mal, de la
naturaleza del alma, y de la harmonía preestablecida. En respuesta les dio el
derviche con la puerta en los hocicos.”[2]
Eso sucede de modo constante, porque una tesis argumental debería contrastarse
en el mismo nivel y no se rebate con eventos reales o ficticios, pues siempre
existe una salida para un concepto indefinido, en este caso, la “perfección del
mundo”. Porque “perfecto” es un juicio de valor no de hecho, por tanto comprobar
acontecimientos, no toca al “valor” mismo, según lo demostró después Kant al
separar esos dos tipos de juicios[3].
Por lo mismo, en un círculo de comedia, Pangloss termina opinando su misma
tesis tras recabar el mayor catálogo de infortunios y consolarse en labrar una
huerta junto con Cándido.
Sobre el estilo “avalancha”
El texto es apresurado y desaliñado, con una velocidad de ráfaga dominado
por los acontecimientos que mueven a los personajes y desplazan, mostrando
escenas dramáticas y cómicas, en un ritmo vertiginoso. Rápidamente las
situaciones son mórbidas: mostrando desgracias, guerras, gente muerta, plagas,
terremotos, horribles autos de fe, etc. La velocidad con la que suceden las
escenas negras se aligera en sí misma, por lo que adquiere un ritmo próximo al
thriller cinematográfico: saltando de ciudades, escenarios, batallas, romances,
abandonos, violaciones, miserias, riquezas,… Los vuelcos son tan veloces que
los personajes quedan difuntos y reaparecen vivitos, sin más justificación
literaria que otra anécdota inverosímil (la sobrevivencia de Pangloss a una
cuerda mal atada). Las desgracias proporcionan un efecto de “avalancha” que
martillea contra una teoría azucarada del mundo perfecto; simultáneamente, su
saturación sirve para anestesiar al lector contra la desgracia y mantener
interés en lo que venga. Esa avalancha cruda se contrapondría ante el
barroquismo dominante en los siglos previos, falta la elegancia y el tacto para
hacer planteamientos; por lo mismo, al lector del siglo XVIII, quizá le
generaba una sensación de realismo sin adornos.
La doble miseria
¿Por qué es tan malo ese mundo donde habita Cándido? Existen dos motivos
para la desgracia permanente. Los humanos viven en guerra perpetua: atacándose,
traicionando confianzas, rompiendo promesas, vendiendo su persona o su honra,
fallando a toda lealtad, robando, etc. El primer mal son los mismos homo sapiens que no pierden oportunidad para
volver infeliz al prójimo. El segundo gran mal está en la naturaleza que es
pobre, veleidosa, miserable, escurridiza y especialmente cebada contra la
debilidad del cuerpo y la vejez. El ideal de una naturaleza rica está en la
leyenda de “El Dorado”, la imaginaría ciudad del imperio incaico, donde abunda
el oro y es ignorado por sus habitantes, quienes viven dichosos en medio de una
abundancia relativa, sin penurias y adictos a la ciencia. Pero el oro, bajo las
leyes de la naciente sociedad burguesa se convierte en lo contrario de la
riqueza, pues la pasión de la codicia se convierte en peligro constante para
los poseedores del oro. La belleza corporal también se convierte en un mal,
porque se trasmuta en un objeto imposible de disfrutar, la mujeres son
constantemente atacadas y ultrajadas, las costumbres nobiliarias también son un
impedimento y la represión monástica se convierte en una homosexualidad
vergonzante. Las desventuras de las mujeres bellas únicamente cesan con su
vejez o enfermedad.
Los rigores de la naturaleza se conocen desde siempre, pero la hostilidad
social de “todos contra todos” es rasgo de época que se caricaturiza. El período
de la ilustración logró avances en varios campos, pero la profundización de la
privatización mercantil de la sociedad europea se asistía a una especie de
decadencia, a una disgregación de lazos sociales y crisis del sistema feudal.
La idea literaria sobre un peregrino que sufre peripecias ya se presentaba en
literatura anterior, como en El buscón
don Pablos, pero adquiere la relevancia de un síntoma; el viajero es una
hoja al viento, que manifiesta su libertad desgajada, sin ataduras feudales (a
la tierra, la congregación religiosa o al linaje). Entonces está floreciendo el
individuo aislado, para quien la sociedad significa una necesidad externa, como
una casualidad en encuentro fortuito y el emblema de ese tipo de individuo es
un viajero[4].
La crueldad y la violencia en las relaciones se magnifican en la situación
de los extranjeros, pues los odios entre pueblos, razas, y religiones son
mayores. Ante el extranjero, la raza despreciada o el antagonista religioso no
existen límites para ejercer violencia, pues los frenos morales ceden
completamente. La guerra se presenta sin códigos de honor y la carnicería sin
piedad es consecuencia normal. Si la muerte no llega con la derrota, entonces sobreviene
la esclavitud como la de los cautivos obligados a remar hasta el final.
Belleza, dinero, salvación y
conocimiento
En un mundo plagado de miserias, los pocos centros con luz propia y riqueza
intrínseca son acosados por desesperados contendientes. Desde la óptica
masculina la belleza es monopolio de la mujer, pero quienes alardean de tales
atributos son escasas y de la élite. La princesa Cunegunda —la maravilla de
hermosura y eros— es la perdición de Cándido, y en viajes por todo el globo, casi
no encuentra distracción en su búsqueda. Las otras mujeres bellas del relato son
rarezas y, muy sintomáticamente, están en situación de ejercer prostitución. El
síntoma indica que el valor erótico se convierte en precio monetario, pero bajo
las disquisiciones de Voltaire, la llamada "vida galante" no acarrea
fortuna, sino una cadena de amarguras para la mujer obligada a revolcarse con
tipos asquerosos. Más que condena moralista hacia la prostitución, el texto trasmina
compasión por una actividad desagradable. La mujer merecedora de amor es tan
escasa que el enamorado queda orillado al duelo o asesinato por conservarla. En
especial, es ilustrativa la anécdota del rabino que compra a Cunegunda como
esclava, de la cual se enamora y ella lo desprecia, pero es obligada a servirle
por la fuerza; luego surge un inquisidor católico para exigir su parte en los
favores sexuales de la chica bajo la amenaza de procesar al judío en la
Inquisición. Querer la liberación de Cunegunda empuja a Cándido hacia sucesivos
desafíos mortales del rabino y asesinato del inquisidor, de tal modo que se
violenta el espíritu pacífico del personaje[5].
Pero, ironía de la vida, la belleza humana —motivo de periplos, pasión y reto— es
flor de un día que, invariablemente, conduce a su final y es mejor ignorar para
evitar mayores infelicidades[6].
La asociación forzosa de la belleza femenina con el blasón nobiliario,
desde este presente nos parece una anécdota insignificante, pero en el Siglo de
las Luces no lo era, pues ahí ocurría una compleja fusión con las ideas de
linaje: la nobleza era asunto de sangre, la calidad de las personas se
identificaba con un sentido de superioridad social, indicado por la palabra
clave de "majestad".
Ya es bastante conocida el hambre de oro iniciada desde el Renacimiento;
pero aquí llama la atención que la imaginaria
abundancia de metales en El Dorado se convierte en indiferencia y distancia satírica.
El curso completo de la novelita contiene un sentido ejemplar, porque la
fortuna salida de América se termina aceleradamente. Además, mientras hay
dinero existen desgracias incrementadas, porque retenerlo es exponerse
constantemente al latrocinio y robo. Cuando se termina la fortuna se abre
posibilidad de reconciliación con el trabajo, que antes no era posible.
Para la fantasía religiosa las existencias de "salvación" son aún
más limitadas que las de oro y joyas. Las menguadas posibilidades de obtener
salvación dependen de una lucha constante contra la degradación y el crimen.
Pero en una dialéctica perversa (la Contrarreforma) demostrar religiosidad y
buscar la salvación depende de que se asesine a herejes; en esta situación
volteada y enajenada la Salvación depende de la Condena. El espectáculo público
de las ejecuciones (autos de fe) condensa una política del terror, que anuncia:
"Tú puedes ser el próximo"[7].
Con un horizonte de menor conocimiento científico la idea de sabiduría es
más atractiva, como si se pudiera llegar a captar completa la esencia del cosmos
con una sola mirada y en acto de captación instantáneo. En cambio escasean los
conocimientos verdaderos, aunque Voltaire esté muy convencido de su
importancia. Al "sentido común" de su siglo, el autor lo dictamina
como un gran chachareo, un "pan-chisme" manifestado por el maestro
optimista. En el estado de conocimientos de la época se capta como una
posibilidad concreta realizar una colección sistemática de todo el saber y
Voltaire es uno de los principales promotores de la famosa Enciclopedia. Afortunadamente, este tipo de riqueza, en sí no es
tan conflictiva, pues el vulgo no reconoce su importancia, y las consecuencias
negativas se presentan cuando existen acusaciones de herejía, pero no porque se
quiera expropiar el saber (como el oro o la mujer) sino para castigar una
perturbación y descrédito sobre la iglesia católica. Sin embargo, Voltaire con
sentido de la ironía insiste en la falsedad de esta posesión, en el sentido de
insatisfacción de los doctos, en su ingenuidad y en su falta de sentido
práctico.
Escenas arquetípicas y
caricaturas
La narración posee la fortuna de mostrar varias escenas que se conservan
cual arquetipos de situaciones humanas. Por ejemplo, el caldero de agua
hirviendo y alrededor caníbales dispuestos a devorar a los prisioneros se ha
conservado como una escena clisé que se repite. Los caníbales con el caldero
listo dibujan una escena con algún encanto entre cómico y tétrico. ¿Qué decir
de un rey que aparece justo un momento antes de que se cumpla una sentencia
contra Cándido? La oportunidad del rescate, con una gracia superior es otro
clisé repetido, pero eficaz. Otras escenas son menos típicas, pero dan lindos
argumentos para recordar, por ejemplo, cuando los católicos portugueses
recomiendan autos de fe, quemando personas, para prevenir futuros sismos
destructivos. La ridiculez de ese argumento y la insensibilidad ante la
tragedia dibujan un monumento a la ignorancia. En conjunto, la novela reúne un
catálogo de peripecias y situaciones llamativas que, con disimulo, se han
deslizado en la imaginación colectiva.
Pornografía ilustrada desde el
anonimato
La historia de Cándido contiene tonos subidos para relatar las peripecias
con mujeres. Decir que dos indígenas corrían desnudas por la selva, perseguidas
por simios que les mordían el trasero ahora dibuja una escena sin mayor
picardía ni atrevimiento, pero en el siglo XVIII esto violaba las reglas de la decencia.
La represión sobre el tema erótico entonces formaba un tabú hacia las diversas
asociaciones, hasta se establece un silencio condenatorio de tal espesura, que
ya no era posible hablar abiertamente de la sexualidad, sino que debe ser
aludida, insinuada o mostrada por ausencias. El pudor crece por su dinámica y
cada vez encuentra más motivos para tomar distancia respecto de un centro
oculto, y el pudor literario exige el disimulo, la completa
"poetización" (abstracción) del objeto del deseo. Por lo mismo es un
autor anónimo el que habla claramente sobre cuerpos desnudos y deseos carnales,
tanto porque es peligroso y el autor vivo toma distancia frente a sus
fantasías. En la mayoría de las escenas se trata de una pornografía muy
objetiva, una simple mirada indiscreta, un voyerismo ocasional, como cuando se refiere
a dos chicas perseguidas por gorilas, animales que Cándido mata y resulta que
las mujeres lloran porque las bestias eran sus queridos. Incluso está la
referencia a otra historia, como una salida de la trama principal, como para
seguir mostrando sus tesis; por lo mismo las preferencias homosexuales de un
jesuita se aluden a lo lejos, sin cuestionar su veracidad y sin abordar el
sentido interior de las transformaciones. En especial, las anécdotas de curas
son importantes por la tarea crítica que acarrean, porque señalar errores de la
iglesia era considerado hasta un delito de pena capital, y esa institución se
había abrogado el privilegio de acaparar la educación sexual a todos los
niveles. La sátira y denuncia eficaz de las braguetas persignadas sirve para
los argumentos de la tolerancia: trasfondo del pensamiento de Voltaire.
El mundo es personaje
Algún crítico literario extendió la queja en torno a los débiles personajes
de Voltaire, pero es un cuento útil para sostener la tesis "este no es el
mejor de los mundos posibles" y dar un segundo efecto de fuerte crítica al
statu quo. Para demostrar esa tesis
queda en convertir al mundo en "personaje", porque la argumentación
debe ser exhaustiva. Contra esa deformación “armonicista” del fantasma de
Leibniz, en esta novela las demostraciones multiplican eventos, personajes y anécdotas.
La confirmación de maldad debe ser apabullante y en alud, de tal modo que esa
caricatura optimista no pueda escapar hacia otro confín de perfección y, sin
embargo, lo hace. Lo que falla y está mal no es un aspecto o dos, sino el
conjunto, por eso se pregunta a todos los pasajeros de barco sobre sus
desgracias y el resultado es coro griego: unánime. No es que las mujeres sean
desgraciadas y los varones agresores sean felices o que los jóvenes sean
dichosos cuando los ancianos sufren o que los ricos ríen cuando los pobres
lloran o que los cristianos disfrutan de una especial gracia divina cuando los
musulmanes la han perdido o que los salvajes sean buenos por no estar
corrompidos en la civilización mientras los europeos padezcan los males
artificiales o que los inteligentes se salgan son la suya cuando los tontos
caen o que los bribones siempre saquen ventaja de los cándidos. En definitiva
no es que unos estén mejor que otros, sino que el malestar atraviesa todos los
grupos sociales y situaciones. Esa conjunción de situaciones viciosas integra
el orbe, así la tesis literaria muestra que funciona pésimo. El viaje constante
sirve para indicarnos que los problemas no son locales, de países o regiones,
sino universales, en cualesquiera territorios, excepto en una utópica zona de
El Dorado o en un huerto de gente laboriosa. Quedan algunos pequeños espacios
en blanco, que ofrecen paz ante un universo pletórico de desgracias. La misma
inocencia de Cándido es una promesa de mejorar la situación, pues su sentido generoso del
amor es ya una proposición romántica[8], de contravenir las reglas del juego del egoísmo dominante.
El personaje principal es un mundo enfermo, donde se puede demostrar que no
existe tal perfección, y más bien, domina una cadena de desgracias. Sin que se
trate de un programa de reforma social, se adivina una actividad crítica, que
búsqueda de nuevos horizontes; tampoco describa el "peor de los mundos
posibles", sino de un espacio híbrido desgraciado, que no es comprendido
por el sistema de pensamiento rígido de sus contrincantes[9].
Sed satisfecha
La orgía de desgracias que sufren los personajes sacia la avidez de
cualquier lector; las desventuras resultan bastantes y no se requiere de más
tropiezos. La tensión constante sobre la posesión de las riquezas se apaga en
base a resultados tristes: la riqueza acumulada trae desgracias y se gasta a
una velocidad decepcionante; la belleza se acaba pronto; los honores y poder de
los grandes líderes suelen terminar en desgracias y además no debería
importarnos demasiado su destino. El argumento de veredicto positivo o negativo
sobre la perfección o maldad del mundo no resulta en una satisfacción especial para
los personajes, dando casi lo mismo inclinarse hacia una opinión u otra, aunque
el pesimista parece estar mejor adaptado ante las decepciones inevitables. Al
desembocar al remanso del desenlace, Voltaire pareciera proclamar un sencillo
discurso moralista: en el trabajo está el remedio contra tres males: “el
aburrimiento, el vicio y la necesidad.”[10]
Por tanto, recomienda mantenerse trabajando y no involucrarse ni poco ni mucho entre
los grandes asuntos y viajes.
NOTAS:
[1] Pareto indica una idea tomada directamente del
mejor de los mundos posibles, cuando considera que el mercado llega a tal
equilibrio que ninguno puede mejorar sin que otro empeore: su concepto de
eficiencia.
[4] Todavía se considera tal individualidad un
caso extraordinario, una situación de movimiento perpetuo, difícil de cumplirse
en la vida cotidiana. Lo cual nos hace pensar en un estado vital naciente del
individualismo donde un amplio público literario observa el perfil de algo
inexistente. Un intelectual confrontado y, en esa cierta medida aislado, como
Voltaire es el vehículo adecuado para captar y expresar esa ampliación de una
sensibilidad, que remonta en línea continua desde el Renacimiento.
[5] Cándido, p. 14 “—¿Cómo ha hecho vuestra
merced., siendo de tan suave condición, para matar en dos minutos a un prelado
y a un Judío?
—Hermosa
señorita, respondió, cuando uno está enamorado, celoso, y azotado por la
inquisición, no sabe lo que se hace”
[6] Hasta pareciera que la belleza es un don tan
traicionero que sería mejor pasar de largo, como si fuera el canto de las
sirenas.
[7]La Salvación es una forma enajenada de la
trascendencia, que pasa a depender de un código especial para ir al más allá,
por lo que se puede convertir en su contrario, como la Condenación terrena, el
asesinato.
[8] Aunque existe también una violenta
contraposición entre el racionalismo de Voltaire y el romanticismo de Rousseau,
ya se anuncian ciertos cambios de interés y enfoque, anunciando el tiempo del
romanticismo literario.
[9]Digamos de paso que Voltaire concebía al
sistema como los escolásticos, a modo de un reglamente cerrado de tesis que
conducen a particularizaciones. En ese sentido, el sistema se podía convertir
en una jaula.
15 comentarios:
hola, ¿podrías decirme que tipos de estado se evidencian en el libro y como se expresa el autor sobre ellos?
La novela Cándido manifiesta una continua ironía y desencanto ante todos los sistemas de gobierno de su tiempo donde predominanban las monarquías, sin pretender un análisis exhaustivo. Siendo peripecias de viaje nos muestra diversos detalles, como los sistemas aristocráticos europeos, comenzando la aventura por un rincón de Alemania, donde la diferencia entre nobles y plebeyos mortifica al protagonista. El viaje a Lisboa con el terremoto muestra su crítica al fanatismo católico con la persecusión y difícil convivencia con las demás religiones, en particular con los judíos. El viaje a la región de las misiones jesuitas también muestra esceticismo ante el discurso religioso y el entorno hostil de los llamados caníbales. El viaje por la selva tropieza con la mítica El Dorado, donde abona sobre la noción del "buen salvaje" y ofrece un contraste con la decadencia de los civilizados europeos. El regreso a las regiones europeas con otras culturas y regímenes variados como Holanda y Francia tampoco resulta muy afortunada. El viaje a las tierras del sultán, resulta comprometedor y los personajes deben huir. El regreso a su propia tierra, no es fácil, por lo que el cultivar un pequeño huerto con sus propios medios y casarse con la co-protagonista Cunegunda, es un alivio a sus males, sin que proponga ningún remedio político concreto. En general, toda la narración cuestiona los males de los régimenes sociales y las injusticias que sufren los habitantes frente a los poderosos, ya sean gobernantes, aristócratas o clérigos, lo cual va con una filosofía pesimista ante se época.
Hola, ¿Podrías argumentar el papel de la mujer y su entorno dentro del libro?
Gracias.
Hola carlos, podria sitarme en el texto un ejemplo de satira y otro de ironia? lo necesito para hoy y sinceramente no logro hacerlo, me cuesta muchísimo, ojala pueda ayudarme
Por "sátira" se entiende cualquier trabajo literario que retrata las costumbres con intencion burlesca o de crítica moral. La novela Cándido completa es una sátira de su tiempo y retoma sucesos reales para burlarse de creencias como el trágico terremoto de Lisboa escenrario para un acto de la Iglesia, castigando herejes.
La ironía es el recurso literario para burlonamente dar a entender lo contrario a lo que se dice, o bien es cualquier burla fina. El ejemplo típico es el optimismo del filósofo Pangloss que sostiene que el suyo es "el mejor de los mundos posibles", cuando a los personajes les suceden toda clase de desgracias siendo robados, apaleados, heridos o secuestrados.
Buenas Carlos, me podes ayudar con unas preguntas? Las preciso para el jueves, te lo agradeceria mucho.
-Explica la filosofía optimista a través del personaje de Pangloss.
-Explica la reacción del varón al expulsar a Cándido.
-Aplicar 2 características de la utopía, según Aínsa a El Dorado.
Me podrían ayudar a ver la evolución del pensamiento de Candido? Por favor, gracias !!!
Cuales serian los hechos culturales de la obra?
Conocí a Voltaire por Federico II de Prusia y me gustó este libro, habrán sido así de locas las atrocidades del siglo XVIII?
Candido y los bulgares eran verdaderos héroes?
Holaa, me podrían decir ¿Por que cándido es una obra satírica?? lo necesitaría para ahora, yaaa, gracias.
3. Cándido fue educado bajo los preceptos de la filosofía de Pangloss. En qué enfoque pedagógico se inscribiría esta forma de enseñanza. ¿Cuáles son las ventajas o desventajas de ser educado de esta forma?
Podrías responderme eso lo necesito urgente
muchas gracias, estupendo análisis
cual es la evolución de candido? gracias
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