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viernes, 1 de octubre de 2021

EL MANÁ DE 40 AÑOS Y ARQUETIPO

 




El alimento de la mente no se mantiene siempre igual, por eso se representa por etapas que son tan cortas o largas como lo permite una evidencia intuitiva (un estilo o un “sabor” definido).[1] ¿Durante cuánto tiempo tu alma de niño es blanca? Muy distinto cuando lo mides en términos cualitativos e interiores: la infancia es una vida completa, que no vuelve, pero en tu memoria conservas un testimonio de un “niño interior” que permanece oculto, que —a veces— regresa para regocijarse contigo.

Para este escrito, el maná es un alimento que permanece durante 40 años en un sentido simbólico, para señalar un tipo de alimento espiritual (formativo y cultural, integrado a las personas y mental) que no es lo mismo. Conforme se aprende a la leer no resulta necesario recordar el procedimiento exacto de cómo se adquirió esa capacidad, para después aplicarla con rapidez. Conforme señalamos que el maná nutriendo durante 40 años representa al alimento del espíritu, al terminar la larga temporada, entonces cambia de etapa para meterse en lo hondo de la mente.

Los 40 años de los judíos de Moisés deambulando en el desierto no representan fechas exactas ni cifras matemáticas para calcular, sino el periodo simbólico de purificación (la cuarentena mayúscula) y de transformación (la época cumplida), para que el pueblo alcance la tierra (materia) y la vaya a conquistar (exteriorizar). El alimento maná contrasta con el proveniente de Canaán, donde lo que obtienen los exploradores Josué y Caleb son uvas gigantes, señal de una naturaleza pletórica, semejando al simbolismo de la cornucopia grecolatina.

El rastro del maná queda en una especie de memoria, lo que Jung tradujo a los “arquetipos”,[2] esos modelos operativos de la mente inconsciente. En ese particular sentido, lo inconsciente no es inferior a lo consciente, sino que guarda la relación entre lo aprendido con paciencia y su aplicación lúcida, como sucede con la lectoescritura. Entonces el maná sirve como arquetipo del ”alimento espiritual”, el concepto de cultura como espíritu que se reconoce a sí mismo a través de los objetos (que son las creaciones culturales).[3]



[1] La unidad subjetiva es tan intuitiva como difícil de sostener, según revelan estudios sobre unidades de estilo. Por ejemplo, la nacionalidad como un “estilo” resulta una afirmación casi imposible de sostener, debería ser siempre algo más que simple estilo. Véase Las aguas reflejantes, el espejo de la nación.

[2] Jung, El hombre y sus símbolos.

[3] Hegel, Fenomenología del Espíritu.