Los grandes también sufren
tropezones y el talento, a veces, debe recurrir a artificios. El intento por
asesinar a Trotsky no fue el único traspié de ese afamado muralista.
Según una precisa investigación,
el maestro muralista David Alfaro Siqueiros plagió una imagen del conocido
fotógrafo alemán, Hugo Brehme[1], según
se muestra en una puntual indagatoria.
Maricela González Cruz Manjarrez
en una página de su libro La polémica
Siqueiros-Rivera: planteamientos estético-políticos 1934-1935 compara la
fotografía del alemán y una imagen del muralista. La identidad entre ambas
imágenes no dejará pie a ninguna duda. La fotografía debe ser unos 20 años
anterior a la pintura.
De modo curioso, la relación
entre hermanas que anotó el fotógrafo quedó convertida en una fantasiosa
maternidad de la niña mayor, catalogada por el talentoso muralista como una “madre-niña”.
El cuadro de Siqueiros posee
fuerza expresiva, sin duda la dureza de los rasgos se acentuaron en la pintura
cuando los comparamos con su fuente original. En la fotografía mengua el
dramatismo y resulta distinto el gesto casi iracundo de la niña que es cargada.
Unas cuantas diferencias en los rasgos y una paleta de emociones distinta. En
lo demás la pintura es una simple copia de una firma muy reconocida: David
Alfaro Siqueiros.
Si el término “plagio” les parece
un exceso, hablaremos de que el pregonero comunista realizó una “expropiación”.
NOTAS:
[1]
El fotógrafo alemán emigró a México y se arraigó profundamente; sus imágenes fueron
esenciales para la asimilación del país desde 1906, año de su emigración hasta
su muerte en 1954.
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