Por Carlos Valdés Martín
No predijo nada importante con acierto, aunque sí era un genio dedicado y buscó una regla científica, pero la una leyenda roja señala que él predijo todo el futuro capitalista. Spoiler: Marx no fue bueno con las predicciones, aunque sí confeccionó ideas fuertes (incluso fueron “poderosas”, lo cual no es bueno o malo antes de ver su resultado). Repito, por interés de la propaganda, se alteran y falsifican las ideas de Marx para atribuirle aciertos inexistentes. Los partidarios interesados intentaron darle el cariz de un profeta infalible. Esto era entendible en el caso de su amigo obsesivo y sincero, Federico Engels, capaz de él atribuirse un hijo fuera de matrimonio para cubrir a su amigo. Y Lenin convirtió esa misma exageración en el esbozo de una religión, cuando exageró y alteró el marxismo para siempre al afirmar que “el marxismo es todopoderoso, porque es verdadero (o exacto)”[1]. Lo que Lenin confirmó no fue esa veracidad extrema del marxismo, sino otra realidad: que Lenin, un político astuto como pocos, era capaz de lograr un “salto de etapas”[2] con las herramientas de la política moderna: el partido combatiente y el Estado dictatorial llevados al extremo. Así, cuando un Estado tiránico se apoderó de la economía y monopolizó el poder las atrocidades fueron cubiertas y disimuladas con las tesis teóricas de Marx.
Le atribuyen muchas predicciones, cuando lo que hizo Marx fue tomar nota detallada de lo que sucedía en el capitalismo mundial del siglo XIX, en especial de Inglaterra. Marx sí hizo una gran apuesta o predicción general, que él no inventó: que tras el capitalismo se levanta un nuevo sistema social llamado socialismo-comunismo y que se realiza vía una revolución social encabezada por un proletariado revolucionario masivo.
Los posteriores admiradores de Marx le están atribuyendo predicciones específicas que no aparecen de manera tan directa o novedosa en sus textos originales como El Capital (1867). Cierto, que desde su irrupción pública con el Manifiesto Comunista de 1848, Marx le jugó al profeta político, aseverando su hipótesis a lo que sucedería con el capitalismo y el mundo entero, conforme a su esquema de sucesión entre capitalismo y un socialismo-comunismo, como una etapa superior de un único carril, bajo la hipótesis del salto revolucionario.
Cosas que no descubrió Marx ni representaban una predicción
Marx era un analista serio que intentó con su propio método dialéctico que identificaba tendencias ya presentes en el capitalismo de su época (como la expansión del mercado o las crisis cíclicas) y las proyectaba como intensificaciones futuras, pero sin los detalles o implicaciones que se le atribuyen en lecturas populares. Muchas de estas "predicciones cumplidas" no fueron profecías sino la afirmación bastante obvia de que esto sucede y para esa afirmación no se requería de ninguna teoría[3]. Por ejemplo, el mercado capitalista se había extendido por todo el mundo desde el siglo XVI y para el siglo XIX era un fenómeno que cualquier ciego podía ver. Ningún contemporáneo de Marx negaba con seriedad que la expansión del comercio se estuviera deteniendo o que tuviera una barrera imposible. Los economistas previos a Marx ya habían señalado la importancia del mercado mundial y su crecimiento[4], pero los marxistas suenan fanfarrias como si Marx hubiera anticipado la globalización, como una especie de descubrimiento. Tales afirmaciones serían tan insensatas como señalar que Galileo descubrió que existe la Luna.
La mayoría de las famosas predicciones de Marx son observaciones del siglo XIX
Marx tuvo esperanza de que con rapidez los obreros se convirtieran en una compacta clase revolucionaria que superar al sistema capitalista en los países más desarrollados. Lo que luego se interpreta como predicciones son en realidad continuaciones de fenómenos observados por él, o ampliaciones por autores posteriores (como Engels, Lenin o teóricos del siglo XX). A continuación, hay 10 puntos, cuidando cuáles fallaron por completo, pues cambió la tendencia y cuáles lineamientos podrían mantener alguna vigencia. Las "fallidas" las refino ligeramente para coherencia, pero sin cambios mayores ya que no las cuestionaste.
Hipótesis de Marx que se han Cumplido (Revisadas y Matizadas) Aquí, enfoco en elementos directamente de Marx, reconociendo que muchas son proyecciones de tendencias existentes en su tiempo, no "predicciones" inéditas. Elimino o ajusto las que son extrapolaciones no marxianas estrictas.
Mercado mundial intensificado
Marx observaba el mercado global emergente desde el colonialismo (siglo XVI en adelante), pero predijo su fortalecimiento progresivo como una necesidad del capitalismo para superar la sobreproducción, con la burguesía creando interdependencias económicas globales. No predijo explícitamente una "integración económica" post-colonial superando imperios, como señalas; eso es una interpretación posterior. Cita: "La burguesía [...] ha dado un carácter cosmopolita a la producción y al consumo en todos los países. [...] En lugar de las antiguas necesidades, satisfechas con productos nacionales, surgen necesidades nuevas que reclaman para su satisfacción productos de los países y climas más lejanos." (Manifiesto Comunista, 1848). Como es evidente esta tesis la sostiene ya antes de hacer un estudio detallado de la economía capitalista, es una tesis de estructura, es un corolario de las premisas del capital. Esto se ha cumplido en la globalización contemporánea, pero como continuación de lo que ya veía.
Concentración creciente de capital (acumulación)
Marx describía la centralización del capital como un proceso dialéctico donde el capital se acumula en formas colectivas (como sociedades anónimas), no necesariamente en monopolios individuales dominando ramas enteras, lo cual es más atribuible a Engels o teóricos posteriores como Hilferding[5]. Predijo esto como tendencia inherente, y se ha visto en fusiones corporativas modernas. Marx plantea una tendencia a la concentración: "Un capitalista mata a muchos. Mano a mano con esta centralización o expropiación de muchos capitalistas por pocos, se desarrolla [...] la expropiación de muchos capitalistas por unos pocos." (El Capital, Vol. I, Cap. 32). Hay que señalar que Hilferding desarrolló una tesis peculiar, propia de los teóricos del hiper-monopolismo para imaginar que el capital individual genera una concentración máxima, a la que llaman el “capital financiero”, donde imaginan que los bancos se apropian de la industria y el comercio. Una variación de esa distorsión la aplicó Lenin para interpretar su visión del imperialismo, como fundamentado en el “capital financiero”[6]. La realidad económica del capitalismo maduro de la posguerra mostró que esa tesis eran exageraciones de las tendencias básicas.
Crisis económicas recurrentes
Las crisis (como las de 1825 o 1847) ya ocurrían en su época, y Marx predijo su continuación por contradicciones internas como la sobreproducción. No vaticinó específicamente crisis financieras modernas con burbujas hipotecarias o derivados; se enfocó en crisis monetarias y bancarias ya presentes. Esto se ha cumplido, pero sin la novedad de colapsos inéditos. Cita: "Las crisis son siempre soluciones momentáneas y violentas de las contradicciones existentes, erupciones violentas que restablecen momentáneamente el equilibrio perturbado." (El Capital, Vol. III, Cap. 15).
Aumento de la desigualdad entre clases
Marx predijo una polarización relativa entre burguesía y proletariado, con acumulación de riqueza en pocos, basada en la plusvalía. Esto se observa en la brecha actual, aunque no siempre absoluta como él temía. Aunque Marx no afirma la pauperización absoluta de los salarios siempre, que sostuvieron algunos de sus discípulos o émulos (la Ley de hierro de Lasalle), sí su perspectiva no asumía un crecimiento salarial sostenido. Siempre esperó la caída salarial en el capitalismo, y la bonanza de Inglaterra y otros países, le parecían una excepción.
El verdadero reto conceptual, es que su concepto de clase social se vuelve una metafísica que convierte al individuo un títere (encarnación de su condición social) y a la historia un teatro de títeres colectivos (lucha de clases), que inventa una narrativa teatral sobre la revolución o no (una dramatización de los llamados “Grandes Relatos”). Esa estructura, termina siendo poco científica, más heredera del dramatismo de Michelet que propio de la ciencia. Tomado en sentido suave, el concepto de clase social es una emanación ideológica espontánea, pero tomado en el sentido de Marx es una ficción ideológica dura, que permite justificar cualquier atrocidad, pues deshumaniza a las personas, siendo una especie de racismo (ahora llamado “clasismo”). Cita: "La acumulación de riqueza en un polo es, al mismo tiempo, acumulación de miseria, tormento de trabajo, esclavitud, ignorancia, embrutecimiento y degradación moral en el polo opuesto." (El Capital, Vol. I, Cap. 25).
Automatización desplazando trabajo (parcial)
Marx analizaba la maquinaria fabril de su tiempo, prediciendo desempleo masivo por desplazamiento directo de trabajadores, volviéndolos "inútiles". No anticipó robótica ni IA; su visión era mecánica y equivocó en no prever el crecimiento del sector servicios, que absorbió mano de obra. La expectativa de Marx era el sostenimiento del desempleo, por una “ley de sobrepoblación” de trabajadores que él llamó con el pintoresco nombre de “ejército industrial de reserva”. Esto se cumple parcialmente en desempleo tecnológico, pero falla en la escala masiva. Cita: "La acumulación de riqueza en un polo es, al mismo tiempo, acumulación de miseria, tormento de trabajo, esclavitud, ignorancia, embrutecimiento y degradación moral en el polo opuesto." (El Capital, Vol. I, Cap. 25).
Pobreza en medio de la abundancia
Marx señaló que el capitalismo genera miseria junto la riqueza de los excedentes producidos, como sobreproducción coexistiendo con hambre[7]. Esto sigue sucediendo hasta el presente, incluso en economías capitalistas ricas, por ejemplo, en fenómenos de viviendas vacías y homeless en EUA. El concepto de pobreza artificial en mitad de la abundancia no lo descubrió Marx, sino que fue una evidencia de su época victoriana. Él fue uno más entre un potente coro de voces que en Europa clamó para resolver la pobreza. De hecho, los países de capitalismo desarrollado emprendieron infinidad de medidas más o menos exitosas para resolver esa miseria. "La sociedad se ve de pronto retrotraída a un estado de barbarie momentánea; parece como si el hambre o una guerra devastadora universal hubieran cortado los medios de subsistencia de toda ella." (Manifiesto Comunista, 1848, refiriéndose a crisis de sobreproducción).
Alienación de los trabajadores (básica)
Marx describía la enajenación como opresión terrible del trabajador por su propio producto y emanado en directo por el proceso de producción, que le arrebata su producto. Esta enajenación se extiende hacia su vida completa derivada de su desposesión (condición proletaria) y su posición subordinada en la división del trabajo. El planteo de Marx nunca se refería a burnout emocional o insatisfacción moderna (un vacío existencial), eso es una ampliación por autores como Marcuse, Fromm, etc. Entonces Marx se centra en la alienación laboral y, como asalariado actual, el trabajador sigue sin controlar el proceso, a menos que sea un autónomo o un cooperativista equilibrado. Una derivación bien justificada de la crítica de la enajenación está en la autonomía del mercado, descrita en el fetichismo de la mercancía. Aunque el enfoque de Marx, por la evidencia de época, se centra por entero en la miseria absoluta y degradación directa del obrero en su siglo XIX, también Marx observa dimensiones más sutiles, sobre otras modalidades de degradación. "El objeto que el trabajo produce, su producto, se le enfrenta como un ser extraño, como un poder independiente del productor." (Manuscritos Económico-Filosóficos de 1844, Trabajo Enajenado).
Fetichismo de las mercancías (estricto)
Marx lo definía como la apariencia de relaciones sociales como propiedades inherentes de las cosas (mercancías), con mercados moviéndose "autónomamente". No enfatizaba "apetitos imaginarios" o consumismo; eso es posterior (e.g., Debord). Se cumple en cómo los mercados parecen independientes, pero no en el branding moderno. Marx se enfoca más hacia la cristalización de las relaciones sociales en las mercancías y a que el movimiento del mercado (auges y caídas) obliga a que toda la sociedad siga sus pasos, como a una divinidad externa que les marca qué hacer[8]. "Una relación social determinada entre los hombres asume, a sus ojos, la forma fantasmagórica de una relación entre cosas. [...] A esto llamo el fetichismo que se adhiere a los productos del trabajo tan pronto como se producen como mercancías." (El Capital, Vol. I, Cap. 1, Sección 4).
Desempleo estructural o Ejército de reserva industrial (parcial)
Marx predijo un exceso permanente de mano de obra para suprimir salarios, basado en su época. Esperaba altos niveles de desempleo estructural, pero post-1945 (con welfare state y keynesianismo), el desempleo no ha sido tan masivo ni constante en Occidente. Se cumple en presiones salariales, pero falla en la escala. "Forma un ejército industrial de reserva disponible, que pertenece al capital de manera tan absoluta como si éste lo hubiese criado a sus propias expensas." (El Capital, Vol. I, Cap. 25).
Creación de necesidades (limitada)
Marx notaba deseos inducidos por el mercado del capitalismo para sostener la acumulación, pero no predijo que las nuevas necesidades artificiales "arrasarían" con las básicas, como se afirma en teorías consumistas de Baudrillard (hiperrealidad) y del posmodernismo (Lipovetsky). Su foco era en valor de uso sometido al intercambio; lo cual se cumple en publicidad, pero como extrapolación. Hay interesantes interpretaciones sobre el alcance del valor de uso y su posible redención, sin embargo, Marx en su teoría económica, casi siempre deja al margen el valor de uso de los productos, delimitando a algunas categorías como generales[9]. "La extensión de los productos y de las necesidades se convierte en un esclavo ingenioso y siempre calculador de apetitos inhumanos, refinados, antinaturales e imaginarios." (Manuscritos Económico-Filosóficos de 1844, Propiedad Privada y Necesidades).
Lo único que sí predijo Marx (spoiler) falló: socialismo por vía revolucionaria
Este concepto tampoco lo inventó Marx, pero sí fue el primero que intentó darle una fundamentación en la ciencia social. Con claridad publicó en su Manifiesto comunista, que la sociedad capitalista sería derribada por un proletariado revolucionario para dar paso a una sociedad socialista primero y comunista al final. Al principio de la experiencia de la URSS y China los partidarios de Marx sostuvieron que ya estaban en el socialismo y que construían ese tipo de sociedad; después del derrumbe de la URSS en 1989, el colapso dominó de las demás repúblicas sometidas a Moscú y, por si fuera poco, las reformas capitalistas en China, las dudas florecieron. Desde entonces la mayoría ha sostenido que el socialismo realmente nunca existió y que esos países tuvieron un régimen que no se atreven a definir, por ser tan horroroso.
Resulta evidente y bien probado que Marx esperaba que el socialismo fuera el fruto maduro del capitalismo avanzado y no una insurrección en sociedades precapitalistas (Rusia y China, etc.), esperando que el socialismo fuera resultado de más civilización y no de más atraso. Estaba convencido que la entidad del proletariado revolucionario se apoderaría del Estado y que, desde ese mismo momento, el Estado (como máquina de opresión y tiranía) comenzaría a desaparecer. El Marx teórico tenía cierta afinidad con los anarquistas y estuvo aliado un tiempo con ellos en la Primera Internacional. Es evidente que cuando Marx señaló sobre una “dictadura del proletariado”[10], jamás predijo ni imaginó una dictadura total del Estado burocrático contra el proletariado y sobre toda la sociedad. En este punto, se le puede tachar a Marx (y a Engels) de muy ingenuo ante el peligro del Estado totalitario[11]. La ironía fue que sus teorías candorosas a favor del proletariado, se volvieron en armas en manos de líderes sin escrúpulos imponiendo un Estado totalitario en contra del proletariado.
Muchos creen que Marx atinó prediciendo la revolución proletaria y otros sostienen que abrió el camino para un proceso de regresión y control totalitario del Estado, lo cual ni de broma debería llamarse revolución proletaria. Por mi parte, sostengo que Marx se equivocó favoreciendo una visión ilusoria de resorte y que ese “saltar etapas” lo aprovechó Lenin para enredarse en el aventurerismo revolucionario, para terminar, siendo un pasaporte para que otros tiranos revolucionarios deshicieran a su antojo.
Conclusión: Marx un analista con visiones y no un profeta
Sí poseía un gran talento teórico y por eso Marx ha estado en el corazón de las transformaciones del siglo XIX al XXI. En ese sentido, Marx funciona como Cristo o cualquier líder religioso: sirve para colocarlo de bandera en las causas más siniestras. Visto con detalle Stalin resulta un personaje siniestro, dispuesto a asesinar a sus camaradas y amigos para aferrarse al poder más personal, que utilizó a su maestro Lenin y a la bandera de Marx como camuflaje para su propia religión de Estado que exigía el “culto a la personalidad” de Stalin. El gran éxito de Marx como teórico significa que sus errores se suman con argumentos que rechazaba, para levantarlo como bandera de una ficción de perfección. Con Stalin interpretándolo desde una dictadura se encargó a los propagandistas que convirtieran las teorías de Marx en “marxismo de Estado”, por lo que se torcieron en su esencia. ¿Cuál fue el torcimiento? No fue tan burdo como hicieron con las fotografías, cuando borraban a los colaboradores de Stalin, después de fusilarlos. La operación fue alterar la perspectiva y, en lo anterior, está marcado: fingen que Marx predijo cosas que no son ninguna predicción. Convertir ilusoriamente las afirmaciones en predicciones que se afirman correctas crea un halo mágico de control sobre el futuro. Las dictaduras sí pretenden controlar el futuro, pero Marx no era tan irracional como un dictador en el Kremlin. El “marxismo soviético” convirtió la doctrina de Marx en un vaticinador de ficción, con lo cual se pretende que los líderes marxistas copian las perfecciones del fundador[12]. Por magia simpática establecen una línea genética de Marx, Lenin a Stalin, y después seguirán con Mao y luego Kim y su dinastía de pequeños reyezuelos rojos.
Muchas de las principales Hipótesis de Marx han Fallado y otras han perdido importancia. La esencia de su falla se centra en el tema del proletariado radical y la revolución socialista radical.
Catálogo de fallas conocidas:
El centro del error teórico-social es que el proletariado revolucionario no creó el socialismo ideal. Marx imaginó que el proletariado en rebelión contra sus cadenas radicales era capaz de tomar el Estado mediante una revolución y abrir una etapa superior de civilización humana, tomando la producción en sus manos y disolviendo poco a poco al Estado. Esa sí era una predicción esencial para el conjunto de la teoría de Marx, al establecer un “sujeto revolucionario”, debido que el proletariado sufre de ”cadenas radicales”, causadas por la base objetiva del sistema capitalista. Su predicción fue sustituida por el instrumento político desarrollado por Lenin, pues fue un Partido autodenominado Comunista quien se adjudicó de la representación del proletariado para tomar el Estado y usarlo con tiranía; esto sin entregar la producción al proletariado, aunque fingiendo hacerlo.
Después de esta falla esencial lo demás son una serie de errores de diferente calibre; así, entre las equivocaciones o deslices más evidentes y conocidos de Marx son:
1. Desaparición de la clase media: Predijo su reducción drástica, absorbida por proletariado o élite, sin embargo, este sector medio ha crecido en países desarrollados por movilidad y efecto del Estado de bienestar[13].
2. Empobrecimiento casi absoluto de la clase trabajadora: Esperaba pobreza como la regla en la clase proletaria[14], pero estándares de vida han subido globalmente por productividad y regulaciones. De hecho, el capitalista estaría erradicando la pobreza en el mundo.
3. Caída inevitable de la tasa de ganancia: Predijo beneficios cayendo hasta colapso, según alguna modalidad de “ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia”, pero se han estabilizado las ganancias con innovación y globalización.
4. El mercado obstaculiza el progreso técnico: Pensaba que, a final de cuentas, el mercado capitalista frenaría innovación de las fuerzas productivas para maximizar plusvalía, pero el capitalismo sigue desarrollando fuerzas productivas.
5. Colapso inminente del capitalismo: Previó un final rápido por contradicciones, pero el capitalismo se adaptó con intervenciones estatales, procesos continuos de incremento de productividad y adaptaciones.
6. Revoluciones en naciones industrializadas: Asumió que Inglaterra o Alemania serían los sitios propios de la revolución comunista, pero capitalismo allí fue donde se estabilizó.
7. Desempleo masivo por automatización: Esperaba desplazamiento directo de mano de obra, generando masas "inútiles", pues no estaba en su esquema la explosión del sector de servicios. La automatización no ha desplazado tanto la mano de obra como para generar un desempleo sin remedio. Las políticas keynesianas y de Estado de bienestar, con cambios en la productividad han mitigado lo suficiente el desempleo durante el último siglo.
Más allá de la interpretación de hechos que se pueden constatar, también ya varios puntos muy debatibles de Marx y su derivación marxista, entre los más destacados:
1. Estructura en exceso determinista, que establece un sistema de causalidades rígidas, donde la evolución está determinada (en rigor) por la estructura económica. Hay quienes lo han tachado de “economicista”, en especial, basados en su famosa metáfora de la determinación de la superestructura ideológica por la base estructural (economía).
2. Determinismo sobre el futuro (plantear alguna manera que hay un futuro comunista inevitable) y predominio del grupo sobre el individuo (la clase sobre su personificación), de tal manera que la libertad termina siendo ilusoria[15].
3. Manejo fallido de la dialéctica, al plantear un salto de fases, bajo una modalidad arbitraria, de un futuro predeterminado y arbitrario.
4. La teoría del valor trabajo cuestionada como una ficción, pues realmente nunca se utiliza en el análisis económico concreto y, la ilusión específica, que fantasea en que el tiempo (de trabajo socialmente necesario) se cristaliza en una sustancia (la sangre del sistema), en radical oposición al materialismo físico del relativismo y la cuántica, pues el tiempo es una coordenada relativa, etc.
5. Paradoja de un aparente materialismo que despliega tantos “puntos ciegos” que es utilizada como la trama de una religión de Estado por los sucesores marxistas, lo cual cuestiona la tendencia científica del Marx mismo y subraya sus tendencias metafísicas inherentes[16].
6. Fallida integración de campos del conocimiento con el monolitismo de una visión de “materialismo histórico y dialéctico”, tan fallida que favoreció su falsificación en ideología del Estado soviético, etc.
El texto anterior no significa tirar la obra completa de Marx, a quien se le pueden reconocer méritos intelectuales y enfoques retadores hasta el presente, incluso varias etapas en su pensamiento de enorme interés. Sus análisis no son argumentos superficiales, sí fue integrando su pensamiento con esmero y, de manera constante, intentando integrar lo mejor de las especialidades que aborda. Por ejemplo, en filosofía Marx se consideró heredero del idealismo objetivo alemán, en economía de la economía clásica inglesa, etc. Por sus propios méritos, resulta tan tentador repetir con simplismo a Marx, como si el tiempo fuera a revivir al pensamiento del siglo XIX y redescubriera su vigencia.
Conclusiones
Marx falló en el corazón de su predicción transformadora y bajo esa falla hay una larga serie de inconsistencias y fallas teóricas. Su falla central fue aprovechada bajo una tecnología política exitosa, que canalizó con un partido las fuerzas revolucionarias de las masas, y la docilidad postrevolucionaria para realizar experimentos totalitarios, disfrazados de los ideales éticos de Marx. La falla abrió el camino a la falsificación y se creó la ideología soviética que imita a Marx y falsifica su esperanza de que el proletariado gobernara. En lugar de seguir le núcleo esencial de Marx, su ideología fue falsificada con exceso de elogios y, entre lo pernicioso, se fingió que el fundador había atinado en predicciones sobre el capitalismo, cuando únicamente estaba describiendo su tiempo presente. Por si fuera poco, algunos temas que sí eran predicciones erróneas fueron reinterpretados para fingir aciertos. La derivación hacia una ideología oficial pagada con recursos millonarios y su empleo hacia una especie de religión de Estado, difundió el mito burdo de la infalibilidad de las predicciones de Marx. De esta manera Marx se utiliza como Cristo, para jugar a una bandera de pureza originaria y una ortodoxia con la cual ganar maquillar un presente lleno de crímenes en nombre del socialismo. En el extremo, los regímenes estalinistas, maoístas y otros semejantes mataron a millones de personas y sometieron a sus pueblos a los sufrimientos más atroces, cuando se pintaron con los colores de Marx. Las mentiras terminan por caer, aunque tarden décadas a desmontarse.
La terrible manipulación del ideario de Marx y sus ideas para implantar regímenes totalitarios es incompatible con el principio marxista de que quienes gobiernan son los proletarios. Los partidos totalitarios sustituyen burdamente al proletariado y un estado represivo mantiene al pueblo sometido, combinado con regímenes de producción catastróficos.
Las buenas intenciones y las partes de mayor análisis de Marx son incompatibles con los regímenes del llamado socialismo real, funcionando como Cristo para los reyes guerreros, que sometían a sus vecinos bajo la espada y con el pretexto religioso. Por lo anterior, resulta difícil hacer análisis objetivos de Marx que no incluyan largas precisiones, pues las distorsiones circulan ampliamente. El tema con que inicia este análisis es la usual falsedad que atribuye a Marx un don profético inexistente, pero fue una variación muy difundida, que, en el presente, todavía sigue circulando.
[1] Lenin escribió la frase "The Marxist doctrine is omnipotent because it is true" (en ruso: "Учение Маркса всесильно, потому что оно верно"), que en traducciones al español aparece como "La doctrina marxista es omnipotente porque es verdadera" o variaciones aproximadas como correcto o exacto. Está en su ensayo "Las tres fuentes y las tres partes integrantes del marxismo", publicado en marzo de 1913 en la revista Prosveshcheniye (Ilustración).
[2] Marx afirmaba que el socialismo era efecto de la maduración del capitalismo, y Lenin mostró que era posible hacer un experimento político social, saltando al sistema feudal zarista y al incipiente capitalismo rusos, para experimentar con un Estado que pretendía ser proletario, mientras expropiaba a toda la sociedad: burgueses, proletarios y campesinos simultáneamente. Y en 1989 la ineficiencia de la tiranía roja (estatismo sin rumbo) derrumbó al Estado desde adentro.
[3] En particular, el concepto de clases sociales ya era popular en la época y hasta de uso corriente en la “ideología cotidiana”, siendo que el manejo que les da Marx poseen los matices metafísicos de Jules Michelet, pero armados sobre las bases de la economía clásica, como si fueran categorías económicas. Escohotado descubrió que Marx no alcanza una definición final de las clases sociales, pues cuando comenzaba el tema en la llamado Tomo IV de El capital o Historia crítica de las teorías de la plusvalía, fue cuando falleció Marx. Anotemos, la teoría de las clases aparece en el Manifiesto Comunista, afirmada como el comienzo de las contradicciones y el motor de dilema constante de la historia, pero no se termina de definir en el sistema. La respuesta de Escohotado apunta a la crítica, que sería imposible para Marx aterrizar el sistema.
[4] Las teorías de Adam Smith y David Ricardo, los máximos exponentes de la economía clásica, fueron retomados por Marx, para levantar su propia visión.
[5] Rudolf Hilferding, El capitalismo financiero. Donde sostiene una monopolización acelerada y sin contratendencias.
[6] Lenin, Imperialismo, fase superior del capitalismo.
[7] Esta contradicción llama sobre manera para la historia de las Revoluciones, pues suceden con frecuencia en periodos de crecimiento económico. Por ejemplo, Adam Schaft, Historia de la Revolución Francesa, etc.
[8] Una interpretación muy exacta en István Mészaron, La teoría de la enajenación de Marx.
[9] Rosdolsky, Génesis, estructura y método de El capital. El cuerpo de las mercancías suele ser irrelevante para el análisis económico, delimitándose a su segmentación como Medios de Consumo, Medios de Producción, Dinero, etc.
[10] Por ejemplo, Marx: La guerra civil en Francia.
[11] Quizá la mayor falla de Marx fue su ceguera ante el riesgo del Estado emergido de una revolución, pues se ilusionó con el efecto de renovación y transformación cualitativa de ese cambio. A diferencia de los liberales clásicos que alertaban contra la tiranía y exigieron división de poderes, gobierno de leyes con derechos y demás, Marx se contentaba con el remplazo de clases, esperando que un proletariado gobernante siempre aplicaría una ética angelical. Véase La guerra civil en Francia y El 18 brumario de Luis Bonaparte.
[12] Trotsky tenía claro esa falsificación del marxismo por Stalin en muchos aspectos, pero intentó una radicalización fantasiosa del proceso, con la hipótesis de una “revolución permanente”, que da título al libro La revolución permanente. Por su parte, con más años de distancia, Marcuse señala con cuidado las distorsiones teóricas, como una psicología del deber ser opresivo, en El marxismo soviético.
[13] Una parte de los discípulos marxistas, llamados socialdemócratas, supusieron que la clase media no desaparecería y que el proletariado se podía beneficiar del capitalismo. Esa fue el ala más moderada en Bernstein y un ala centrista de Aldher. Sin embargo, la Revolución Rusa favoreció la preminencia de la opción radical, incluso al alterar la evidencia económica, y convertir la ruina material en una expectativo positiva para el proletariado revolucionario.
[14] Aunque la miseria absoluta no se registraba en la Europa del final del siglo XIX y principio del XX, la interpretación marxista era que sí seguía una “pobreza relativa”, pues los capitalistas se beneficiaban más. Véase del debate Luxemburgo vs Kautsky recopilado en Reforma o Revolución.
[15] Agnes Heller, después de años de estudios filosóficos marxistas, rompe en ese punto, véase después de La teoría de las necesidades en Marx.
[16] Pocos autores han descubierto que la visión de la materia física en Marx y Engels poseía los rasgos de un Dios monoteísta: eterna, infinita, regulando la totalidad, etc. Jorge Cuesta, Ensayos.

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