Por Carlos Valdés
Martín
El redescubrimiento de los Misterios griegos
Correspondió al
espíritu romántico de los siglos XVII al XIX descubrir los cultos griegos
llamados Misterios en su relevancia, porque para el cristianismo medieval
fueron variaciones odiadas del paganismo y el Renacimiento se ocupó más del
sentido racionalista y estético de la Antigüedad. Pero el romanticismo
representa una especie de división del caminos de la Ilustración europea,[1]
que se separó entre una ruta racionalista (incluyendo una versión neoclásica) y
otra irracionalista de la cual derivó el romanticismo. Ese romanticismo
descubrió al imperio del sentimiento como el auténtico hogar del corazón humano
—incluyendo su irracionalidad—, mientras los demás aspectos quedaban relegados;
en ese sentido, los Misterios con su arcoíris de neopaganismo y mensajes ocultistas seducían a su enfoque.
Misterios de Eleusis
Resultan los más
conocidos, en gran parte porque esa ciudad quedó bajo control de Atenas, que
fue la cabeza de la cultura griega durante centurias y, de esa manera,
favoreció su difusión.
El trasfondo mítico
describe el rapto de Perséfone (o Proserpina en forma romanizada o Kore que
significaba doncella, representada por el trigo) por el dios Hades del
inframundo, que enfurece a su madre, Deméter (o Ceres) la diosa de la cosecha.
El dios del inframundo rapta a la hermosa doncella Preséfone y la convierte en
la reina del inframundo, por lo que ella no regresa al hogar, entonces la diosa
de la cosecha paraliza su actividad y causa la hambruna. El supremo Zeus se
preocupa y encarga a Hermes que rescate a Perséfone y la regrese a su madre;
sin embargo, la única manera para cumplir la tarea es mediante un pacto o
condición por lo que ella debe regresar periódicamente al inframundo. La
narración representa el ciclo agrícola de siembra y cosecha, donde el
renacimiento de Perséfone ofrece la clave del final feliz.
Sobre esta leyenda
se armaron los rituales de los Misterios eleusinos, que incluían las
explicaciones y significados del proceso. Sobre el detalle de estos rituales no
existe una versión tan detallada como nos gustaría, únicamente hay relatos
generales y aproximaciones, ya que para los protagonistas su revelación estaba
penada. Entre los rasgos conocidos es la división en dos fases de Misterios
Menores y Mayores; efectuadas en distintos meses, el requisito para participar
de cargar con algún crimen de sangre, el uso de una bebida de cebada, y los
sitios donde se cumplían los rituales. La práctica de los Misterios eleusinos duró
hasta el siglo IV d. de C., siendo suprimidos entre las persecuciones del
cristianismo ortodoxo y una invasión del pueblo godo.
Notemos que se
trataba de unos misterios enfocados sobre la práctica laboral y sapiencia de
los agricultores que se han relacionado tanto con la misa cristiana, en el
aspecto de la resurrección y compartir el pan (trigo). Además de que fue un
ritual centrado en deidades femeninas (Tierra-Cosecha-Semilla-Muerte todas encarnadas
como mujeres) aunque con un juego de ambos sexos, con dioses masculinos (raptor
Hades, rescatador Hermes y, a veces, se agregaba a un recién nacido Pluto
(riqueza), resultado feliz tras el regreso periódico de Proserpina.
Misterios de Samotracia
Se mantuvo también
un recuerdo del prestigio de los Misterios efectuados en la isla de Samotracia
y, aunque debían ser inferiores en jerarquía al santuario de Eleusis, son bien
recordados por su relación con grandes capitanes y estrategas. Este comentario
se refiere a una anécdota de gran trascendencia histórica, pues según Plutarco,[2]
en la visita a los Misterios de Samotracia, el personaje Filipo II de Macedonia
ahí conoció a su futura esposa Olimpia, y Alejandro Magno siguió devoto de
tales rituales mistéricos, que se difundieron junto con la conquista del
guerrero. Cito en extenso sobre sus padres: “Que Alejandro era por parte de
padre Heraclida,… y que era Eácida por parte de madre,... Dícese que iniciado
Filipo en Samotracia juntamente con Olimpia, siendo todavía joven, se enamoró
de ésta, que era niña huérfana de padre y madre... Pareció a la esposa que
antes de la noche en que se reunieron en el tálamo nupcial, habiendo tronado,
le cayó un rayo en el vientre, y que de golpe se encendió mucho fuego, el cual,
dividiéndose después en llamas, que se esparcieron por todas partes, se disipó.
Filipo, algún tiempo después de celebrado el matrimonio, tuvo un sueño, en el
que le pareció que sellaba el vientre de su mujer, y que el sello tenía
grabada, la imagen de un león… (En otra
visión o sueño) Vióse también un dragón, que estando dormida Olimpia se le
enredó al cuerpo, de dónde provino, dicen, que se amortiguase el amor y cariño
de Filipo… porque tuviera reparo en dormir con una mujer que se había ayuntado
con un ser de naturaleza superior. Todavía corre otra historia acerca de estas
cosas, y es que todas las mujeres de aquel país, de tiempo muy antiguo, estaban
iniciadas en los Misterios Órficos y… de Baco…”[3]
En ese Santuario de
la isla Samotracia se realizaban todo tipo de ceremonias como oraciones,
libaciones y sacrificios de animales; sin embargo, nos interesa la existencia
de iniciaciones de dos tipos que han quedado registradas. El primer nivel y más
común de iniciación llamado myésis,
se permitía a todas las personas adultas, incluyendo mujeres y hombres. La
preparación era una purificación ritual, al parecer sin requisitos especiales ni se consideraban secretos como los de
Eleusis. Los iniciados de inmediato presenciaban un relato sagrado (las
relaciones de Cadmilo y Harmonía), se les revelaban símbolos y recibía una
cinta encarnada y un anillo.
Al segundo nivel de
iniciación, llamado épopteia, al
parecer, acudían escasos candidatos. Además de la purificación, la revelación
de símbolos y los rituales, cabe señala que había una amplia confesión de
faltas y un perdón por lo cometido, siendo que al final de los rituales se
celebraba el logro del adepto.[4]
Misterios Cabirios
Según lo consultado
en Samotracia se escenificaba el drama de los hermanos Cabires (o Cabiris o
Cabiros o Kabiris), siendo un grupo de antiguas deidades, al parecer
provenientes de la región Frigia (en el centro de Turquía) que se relacionaban
con el fuego como elemento,[5]
con la metalurgia como arte y lo cangrejos como animal (por las tenazas para
agarrar la forja), protectoras de los herreros y los marineros. A los Cabires
se les consideraba hermanos, variando su cantidad según las fuentes entre 2 y
7; siendo la representación más típica la de 3 hermanos: “Axieros; Axiokersa;
Axiokersos”.[6]
También resultaba común la asociación o fusión con el drama de los gemelos
Dióscuros, Cástor y Pólux, regentes del signo zodiacal Géminis.
A su vez descubro una misteriosa anotación que atribuye la fundación de
dichos Misterios Cabires al siglo XXVI antes de nuestra Era, entonces quedarían
instituidos en 2522
a. de C. en cita contemporánea con la elevación de las Pirámides de Giza, lo
cual nos asombra por el paralelismo entre la habilidad constructora que permaneció
igualable durante milenios y una actividad oculta de un grupo marginal. Sin embargo, sobre tales Misterios existen múltiples versiones y en
algunos casos, se refieren a los Cabiris como el conjunto de divinidades
previas al panteón griego o hasta hebreo y sobre eso se ofrecen algunas
indicaciones. Según Blavatsky: “los Cabires o Kabires corresponden a
Divinidades y dioses muy misteriosos entre las naciones antiguas, incluyendo
los israelitas, algunos de los cuales (como Tharé,[7]
padre de Abraham) los adoraron con el nombre de Teraphim.[8]
Entre los cristianos, empero, son ahora demonios, aunque los modernos
Arcángeles son la transformación directa de estos mismos Cabires. En hebreo,
dicho nombre significa "los poderosos", Gibborim.[9]
En otro tiempo, todas las divinidades relacionadas con el fuego (ora fuesen
divinas, ora infernales o volcánicas) eran llamadas Cabirias. Los Cabires son
los más elevados Espíritus planetarios, los más grandes dioses y "los
poderosos"[10]
Entonces implicaría su correspondencia con los Querubines o Serafines,
considerados como fuerzas esenciales.
Bajo esta variante,
los Misterios Kabiris se diferencias de otros 3 principales aspectos de los Misterios
griegos de los que tenemos noticia: 1) Eleusis-Perséfone-Proserpina, 2) de
Hades o descenso a los infiernos, que podría incluir a Hermes y a Orfeo,[11]
3) de Hermes o Mercurio, sobre la astronomía y saberes.
Misterios de Baco bacantes y bacanales
Entre las
variaciones de los Misterios griegos, los de Baco o Báquicos resultan los más
desconcertantes, por lo que se ha alcanzado a traslucir en la herencia escrita,
en particular por el relato teatral de Eurípides titulado Las bacantes.[12]
Al parecer, el culto oficial de Baco era protagonizado por mujeres a las que se
llamaba bacantes y al séquito de divinidades femeninas que se representaban
como la corte del dios se les denominaba “ménades”. Según el relato del
dramaturgo griego, ese culto religioso presentaba rasgos de descarrío y de violencia
inusitada cuando se contrariaba a su dios,[13]
aunque también es viable señalar que se difundiesen advertencias para los
ciudadanos sobre la peligrosidad de la embriaguez, que transita de ser un
alimento a un veneno mortal y fuente de locura. Los llamados a la mesura en el
consumo alcohólico son frecuentes, mediante el desarrollo clásico de los conceptos
de virtudes griegas y también bajo el moralismo de los filósofos estoicos de
Roma. Asimismo, la muerte y resurrección de Baco en esos Misterios estaban relacionadas
con rituales de comunión, interpretados con significados paralelos a la Misa
cristiana.
Conclusión
Los Misterios entre
las civilizaciones antiguas proliferaron en variedad, siendo los greco-latinos
más conocidos para nosotros.[14]
Respecto de lo sucedido entre egipcios, persas y otros pueblos el espacio de la
conjetura resulta mayor, aunque muchos afirman una continuidad entre los
pueblos egipcios o frigios con los griegos y latinos. Por este término de
Misterios referimos la participación dramatizada en temas religiosos, casi
siempre velados, y con referencias a los ciclos de muerte y resurrección, que
se acompañaban con lecciones de ética, sapiencia y conocimientos específicos.
La penetración gradual en los Misterios se definía por la división entre
Mayores y Menores, según se manejó entre los griegos. El estudio de tales
prácticas requiere de una investigación más detallada, por la amplitud de épocas
en que se desarrollaron y el velo de reserva que conservaron.
NOTAS:
[1] La ruta principal de la
Ilustración se encausó sobre el racionalismo que abatía la antropomorfización,
así el universo se convertía en un “ello neutral”, opuesto a cualquier
ritualismo, por ejemplo, en
[3] La escena de la madre con
serpiente en la película Alexandros
también proviene de este pasaje de Vidas
Paralelas. “Olimpia, que imitaba más que las otras este fanatismo y las
excedía en el entusiasmo de tales fiestas, llevaba en las juntas báquicas unas
serpientes grandes domesticadas por ella, las cuales, saliéndose muchas veces
de la hiedra y de la zaranda mística, y enroscándose en los tirsos y en las
coronas, asustaban a los concurrentes.” Véase adelante sobre los Misterios de
Baco.
[7] Más conocido como Taré,
Tareh o Teraj entre los judíos y Azar o Tahir entre los musulmanes, siendo el
padre de Abraham y de profesión fabricante de ídolos. Fuera de la Biblia se atribuye una interesante
metáfora donde el hijo rompe los ídolos y pone el palo en el más grande, como
señalándolo que el monoteísmo rompería al politeísmo.
[8] En las referencias
bíblicas se conservó como imágenes de deidades menores semejantes a los Lares o
Penates de la religión romana, que eran representadas en ídolos. Hay un curioso
pasaje de Raquel robando los Teraphin de su padre Labán, al irse con Jacob. En Génesis 31.
[9] El pasaje del Génesis 6:4
ha dado lugar a mucha especulación “Había gigantes
en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los
hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.”
[13] Por lo anterior, la
posteridad interpretó “bacanal” como sinónimo de desenfreno o de orgía, cuando
se refería originalmente a la festividad del dios Baco; pero con la expansión
de Roma tales prácticas se habían descarriado o provocaron sospechas. De tal
modo, el senado de Roma, en 186 a.C. emitió una ley prohibiendo los bacanales
licenciosos, para encausar hacia el rito religioso original. En http://etimologias.dechile.net/?bacanal
La festividad de Baco en Roma era la “Liberalia” dedicada al “Liber Patris” (de
término libar o beber) del 16 de marzo.
[14] Al usar el término
greco-latino solemos olvidar que la región de Asia y África durante más de un
milenio se integró bajo ese término ocurriendo invasiones griegas y
colonizaciones importantes desde antes de la conquista de Alejandro Magno. Véase
Asimov, La tierra de Canaán.
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