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viernes, 3 de enero de 2025

LOS SABIOS CIEGOS Y DIALOGAR CON PACIENCIA

 



 

Por Carlos Valdés Martín

Les comparto una narración que contiene profundas enseñanzas que son aplicables a los tiempos actuales.

La parábola hindú de los sabios ciegos con el elefante demuestra que el mejor camino para alcanzar la verdad atraviesa por compartir opiniones y entrar a una fase de diálogo constructivo para establecer el conjunto de una realidad. El relato recuerda que en un lejano reino vivían seis sabios ciegos y a ese sitio casi nunca había llegado un elefante. El cazador del rey atrapó a un paquidermo y esos sabios conservaban su curiosidad, así que solicitaron conocer ese maravilloso animal. Anotemos que eran ancianos así que ellos casi no se movían. Los pusieron alrededor del animal. Uno alcanzó a tocar el colmillo del elefante, otro su costado y así cada quien únicamente su parte.

—¡Qué duro y liso es este animal!— Dijo el que tomó un colmillo.

El que sintió la trompa se convenció que era como una serpiente fuerte y flexible.

El que tocó el lomo descubrió una pared grande y rugosa, que resistía cualquier empuje. Otro tocó la cola y supuso era pequeño, y un último se abanicó con la oreja.

Cuando los sabios ciegos platicaron de su experiencia se extrañaron de tener opiniones tan encontradas. Como ellos no eran necios acordaron llamar a una persona que sí veía y se dieron cuenta de dónde colocar sus experiencias individuales. Una persona sencilla ilustró a los sabios, que como lo eran no se molestaron que sus opiniones fueran reveladas por un desconocido. Ellos fueron muy curiosos y preguntaron mucho sobre trompas y colmillos, sobre las costumbres conocidas de los paquidermos y muchas otras cosas. Invitaron a viajeros, cazadores y domadores, mandaron invitaciones a criadores y veterinarios de países vecinos. Entre ellos platicaron largamente sobre lo complicado que es entender al elefante y cómo hacer prosperar a la raza de elefantes en ese reino.

Cuando el rey invitó a los sabios ciegos a relatar su experiencia le sorprendió que ellos observaran más detalles que el monarca y se congratuló de proteger a personas que no se inclinaban como sus demás súbditos ante su presencia, pero se enteraban tan concienzudamente de las maravillas de su reino.

Moralejas de elefantes

La curiosidad es el hambre por conocer, mientras la tengas intacta, las limitaciones serán superadas.

La primera impresión y tus datos inmediatos son importantes, pero no suficientes. Cuando encuentras datos contradictorios, hay que indagar con la mente abierta y estar dispuesto a diálogo e investigación.

Desventaja de la apasionada

La política actual posee una honda desventaja, pues “enseña” a rebatir antes que a escuchar con atención para obtener la verdad. En la cámara de eco de la red social se llevan al absurdo los argumentos y los partidarios políticos se sienten ofendidos por los argumentos divergentes antes de escuchar con claridad y paciencia de lo que se trata. Los partidarista prefieren porristas y denostadores, que no les interesan los razonadores.

La prisa por argumentar y rebatir no es amiga de la inteligencia para analizar y encontrar soluciones auténticas. Primero entender y después argumentar, ese es el principio del saber, que abre el camino del resolver.

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